¿Te sirvo una copa? [Eros]

Una noche más estaba trabajando en el Isquios. El ambiente era el de siempre, gente de dudosa reputación reunida en grupitos, tramando planes nada buenos; parejas, compartiendo secretos; desconocidos que intentan entablar relación con otros entre el humo de un cigarro, empujados por el alcohol.
Lo cierto es que otras noches habíamos tenido más clientela, pero tampoco iba a quejarme demasiado; noches tranquilas hay pocas en este antro y no me venía mal poder sentarme de vez en cuando a descansar y mientras tanto cotillear, intentar descubrir cosas sobre los clientes. Por ejemplo, que aquella chiquilla rubia del final de la barra sólo abrazaba a su acompañante para sacarle la cartera, el móvil y las cuatro cosas de valor que encontró en sus bolsillos; o que el hombre al que otro día había visto guardándose la alianza en el bolsillo para conseguir el cariño de una joven hoy volvía a tenerla en su dedo anular y la acariciaba entre copa y copa, mirándola con tristeza.
Escuché la campanilla que anunciaba la entrada de otro cliente y volví detrás de la barra, el descanso había acabado.

¿Quién me iba a decir a mi que iba a acabar en el Bronx,en los suburbios...?Vale que el amor es ciego,pero creía que al menos era legal,no me imaginaba que le fueran los navajazos,las sonrisas de payaso y todas esas cosas,pero bueno...entre todo el caos siempre hay cierta armonía y supongo que la pareja que acababa de juntar que parecía bastante normal por cierto,era esa pequeña parte armoniosa dentro del caos de este barrio.
Me habían hablado de un local,bastante "tranquilo" al menos en comparación con otros de la zona. el ambiente era algo animadillo y si alguien cometia alguna ilegalidad al menos esta no acababa con disparos,navajazos o a saber qué asi que decidi probar suerte y acercarme a tomar una copa,aunque solo fuera para despejarme un poco del ambiente. Al entrar al local todas mis expectativas se borraron. Sí bueno parecía un sitio de copas,con zona para bailar y todo eso pero no dejaba de ser un antro y dentro había cada personajillo que....bueno las palabras sobraban,sobre todo las de la tía con aspecto de prostituta que le estaba metiendo la lengua hasta la campanilla al tipo más rico del bar. Y el tio más rico del bar tenía cara de empresiarucho asi que no era mucho que digamos. Decidí pasar por alto mis impulsos como dios del amor por acercarme y separarlos de un empujon,veía bien la pasión pero eso de aprovecharse de la gente por dinero...
Me senté en uno de los taburetes de la barra apartado del resto de personajes y decidí que la copa que tomaría sería de whisky. No me gustaba mucho el alcohol,más bien nada pero si quería olvidar donde estaba sería lo mejor. Resoplé un poco y espere a que me atendieran

Repasé a aquel chico, nuevo en el bar y probablemente nuevo en esta zona... Tenía más pinta de ser un niño bien de Manhattan que de un habitual del Bronx. ¿Qué le habría traído aquí?
"Mejor le sirves algo antes de que huya asustado del bar" pensé; seguido me acerqué a la zona de la barra donde estaba y sonreí.

- Buenas, ¿te sirvo una copa?

Le eché otra ojeada al bar. Un par de tios estaban jugando al poker en una mesa y un hombre melancólico acariciaba su alianza de casado con tristeza. rápidamente mi mente fue directa a sus sentimientos;su esposa le había dejado al enterarse de que...a su marido le gustaba divertirse bastante fuera de casa y...sin ella. A veces este poder era un asco,ya tenia bastante con mis cosas como para encima tener que aguantar las de los demás.
Una chica no tardo demasiado en acercarse,debía de ser la camarera. Vale...era un razonamiento lógico pero estupido...¿qué iba a hacer sino detrás de la barra?.A veces agradecía que la gente no escuchase mis divagaciones internas. Sonreí levemente y de manera espontánea,me resultaba imposible no mostrarle a la gente esa sonrisa tan socarrona con un ligero toque de inocencia.

-Whisky...doble porfavor.

Y eso de momento...a saber como acabaría la noche. Oculte mi mueca de asco al pensar lo que me iba a tomar

¿Un whisky doble? ¿Para él? Vaya... u ocultaba a alguien muy fuerte detrás de esa apariencia de chaval inocente o tenía algún problema que olvidar; y por el tono de su voz... me inclinaba más por lo segundo. Más o menos conocía a la gente que solía venir al Isquios, o si no les conocía conseguía leer su situación bastante rápido; aquel joven me intrigaba, no sabía por qué... probablemente por la noche tan aburrida que estaba teniendo.

- Aquí tienes - le serví lo que había pedido.- ¿Necesitas algo más?

Se habia quedado mirandome como si esperaba que me pidiera un zumo o algo así. Un whisky no era algo tan raro no?Bueno...quizas con mis pintas en un lugar así...pues sí,pero tampoco estaba al borde del suicidio ni de una depresión como el tio de la alianza,no quería que pensase eso. La verdad es que me resultaba hasta un poco cómico. Una vez me sirvio el whisky lo acerque a mis labios y le di un trago. ¡Dios! Esto sabía a...bueno sabía muy mal.

Oculté mi gesto de asco dandole otro trago para posar dspués el vaso con un escalofrio. Sí que estaba fuerte sí.
-Tal vez un extintor para la garganta o algo así,proque esto me debe de estar quemando por dentro,pero si no tienes...no pasa nada.

Bromee con una media sonrisa. La chica era guapa pero no era de extrañar,en estos sitios habia detras de la barra o taberneros feos,sudorosos y gordos o chicas guapas.

Reí. Sabía que el whisky no podía ser el trago favorito de aquel chaval.

- El whisky tampoco es mi preferido - dije con un guiño- deja que yo elija tu copa.

Le preparé mi cóctel preferido; dulce, casi no se notaba el alcohol. Sabía muy bien pero podía llegar a ser una trampa bastante peligrosa, era fácil emborracharse con cuatro copas de aquella mezcla; ¿cuántas bebería mi chico?

- Aquí tienes, chéri - le acerqué el vaso - ¿Algo más que pueda darte? ¿Un vaso de agua para quitarte el sabor del whisky? ¿Conversación? - sonreí.

Al final se había percatado de mi mueca de disgusto. Tenía que empezar a practicarlo,solía ser una persona bastante...predecible por decirlo de algun modo. No hacía falta conocerme mucho para conocer mi forma de actuar,de pensar y bueno...mis expresiones faciales no solían ayudarme demasiado a ocultar esos sentimientos. Le dediqué una media sonrisa como respuesta a su guiño.

-Ya bueno...no me va demasiado el alcohol. Ese sabor y ese ardor...no son lo mío. Pero hoy quiero distraerme un poco,por un día...

Dije riendo un poco mientas mi dedo índice se dedicaba a trazar circulos en la barra de la mesa captando las motas de polvo de la barra que parecía no ser limpiada muy a menudo aunque bueno...también había que tener en cuenta que el lugar en el que estabamos ya era en sí un foco para los ácaros que se debían de sentir como en el paraíso. No tardo en darme esa copa de colores llamativos,la verdad es que su simple visión ya atraía,solo esperaba que al menos estuviera buena.

-Merci beaucoup- Respondí ampliando ligeramente la sonrisa. Francés...mi segundo idioma,aunque era imposible no conocerlo cuando ya hacía mucho tiempo que lo consideraban el lenguaje del amor. Tópicos pero útiles-No gracias,con esto creo que está bien-Dije tomando la copa y acercandola a mis labios. El sabor dulce pero sin ser empalagante invadió todos mis sentidos,parecía más un zumo de...¿arco iris? que algo que contuviese alcohol.- Algo de conversación...no me vendría mal. Por cierto esto esta muy bueno

Orgullosa por haber acertado qué trago iba mejor con mi cliente (uno de mis juegos en noches aburridas como esta) le sonreí.

- Lo sé, es invención mía.

No parecía que fuera a entrar mucha más gente al bar esa noche así que me permití salir de la barra con una coca cola (no podía beber alcohol mientras trabajaba) y me acerqué chico.

- ¿Te importa que me siente a tu lado? Estoy harta de estar de pie tras la barra... - no esperé a que contestara, cogí un taburete y me senté a su lado. - Soy Cheryl, por cierto - le tendí la mano.

Le di otro largo trago a la copa. Además de ser ligeramente adictiva tenía sed por lo que algo me decía que no tardaría en pedirle otra,además...debido a mi naturaleza no era un "debilucho" precisamente. Sonreí ligeramente y deposite la copa sobre la barra

-No claro,sientate

Dije mientras ella tomaba ya un taburete que acerco al mio. Se me hacia raro que una chica con ese físico trabajase en un antro como este. Muchas chicas trabajaban como camareras,gogos y demas,en sitios de copa y de baile tambien,pero la mayoria no solia buscar trabajo en el bronx,y menos en una zona tan apartada,aunque quien sabe. Puee que incluso fuera la hija del dueño del local.

-Vaya...acabare pensando que realmente eres francsa,demasiadas casualidades. Yo soy Adam

Muy perspicaz.

- Enchanté - sonreí - y acertaste, soy francesa, vine de París hace unos años.

No di más detalles, no era necesario que él supiera todo de mi vida; de hecho, la que quería saber era yo. Sentada con las piernas cruzadas, la postura más elegante si se lleva una minifalda tan corta como la mía, la punta de uno de mis zapatos daba golpecitos a la barra, pequeña manía, igual que la de jugar con un mechón de mi pelo mientras conversaba.

- ¿Qué te trae por aquí, Adam? No se ven muchos chicos como tú en este barrio... desafortunadamente.

No, no pude evitar comenzar a tontear con él.

-Oh...pues si que te has acomodado al idioma,cualquiera diría que eres nativa. El acento no es perceptible cuando hablar. Je peux aussi parler français

Contesté con una media sonrisa acercando de nuevo irremediablemente la copa a mis labios para darle un trago. Mi lengua paso instintivamente sobre mis labios para deshacerse de las gotas que habían quedado depositadas en ellos. Le eché una rápida y fugaz mirada,si que llevaba ropa de camarera de un bar como este. Bueno al menos esa minifalda casi imperceptible a la vista me daba la razón.

-Me he tenido que pasar por el Bronx a hacer unos...recados,y bueno me hablaron de este sitio. Me dijeron literalmente que no era un antro tan conflictivo como los otros asi que decidi hacer una parada-Solte una leve carcajada antes de percatarme de su ligero tonteo. Llevaba muchos años en este trabajo como para no reconocer esos golpecitos nerviosos con el pie,ese jugueteo con su pelo y...esas palabras.-Bueno,tampoco esperaba encontrarme chicas asi en un sitio como este

No, no había muchas chicas como yo, simples camareras, en este barrio. Prostitutas, strippers, mujeres que no contaron con mi suerte ni mi carácter, es necesario saber manejarse en una zona como esta si no se quiere acabar dependiendo de un chulo o de la droga. Recién llegada a NY me instalé en un piso de Manhattan y empecé a trabajar allí pero pronto me di cuenta de que no era mi zona. Todos piensan que hacer vida en el Bronx siendo una joven blanca como yo era un suicidio. Es el barrio de la delincuencia, donde según dicen sólo entendemos el lenguaje de la mentira y la navaja; sin embargo, muchos se sorprenderían de los negocios nada limpios que señores con traje y corbata hacen en el centro de la ciudad. Nadie está libre de pecado; al menos en este barrio admitimos que nos gusta pecar.

- Lo cierto es que caíste en uno de los pocos bares donde la camarera te cobrará sólo la bebida.

Vi cómo pasaba la lengua por sus labios para no desperdiciar el licor que quedaba en ellos después de mojarlos en cada trago. Aquel cóctel era adictivo y a Adam le encantaba. Esperé a que terminara la copa para preguntar:

- ¿Te pongo otra?

Me hizo bastante gracia lo que dijo,pero lo peor de todo era que...estaba en lo cierto. La mayoría de estos sitios ejercían como prostibulos,era cierto que aqui podía haber alguna prostituta pero al menos no era la camarera. No me extrañaría que en otros bares de la zona incluyeran en el precio de la bebida un preservativo o algo por el estilo para usarlo con la propia camarera por un modico precio. Ademas algo me decia que no seria la primera vez que a Cheryl le ofrecerían algo así por el simple hecho de llevar esa ropa detras de la barra.

-Bueno...podría decirse que...he tenido suerte ¿no?O tal vez todo lo contrario

Bromee con una media sonrisa. Acerque de nuevo la copa a mis labios y no tardo en quedarse vacía. Esperaba no gastarme todo el dinero esta noche después de todo...seguía siendo un simple y desvalido estudiante que dependia de sus "ahorros".

-Sí claro

- Ambos hemos tenido suerte -contesté sonriendo.

Y no mentía. Si Adam no hubiera entrado en el bar ahora estaría detrás de la barra jugando a tirar moneditas en una lata o deprimiéndome con el marido infiel que ahora me miraba con ganas de pedir otra copa. Me levanté y fui detrás de la barra, serví a aquel pobre hombre el que era su quinto whisky de la noche y le preparé otro cóctel a Adam.

- A esta invita la casa.

Espere a que atendiera a aquel hombre. La verdad es que me preocupaba un poco su estado,puede que al final de la noche hiciera algo para intentar arreglar lo de su mujer,si es que realmente la queria. L de las infidelidades no me iba mucho,pero si realmente se sentia arrepentido...le ayudaria. Contemple como Cheryl me preparaba el coctel mezclando todo tipo de sustancias,era increible pero ya no sabia ni lo que iba a tomar.
-Vaya..que amable. Aunque me viene bien,el dinero y yo no somos muy amigos,soy un mantenido

Dije sonriendo,me preguntaba cuantos años tendria ella. Sitrabajaba para pagarse sus estudios,si no estudiaba,bueno...lo que se dice informacion general

¿Un mantenido? Pinta de niño bonito ya tenía, de ahí que no lo ubicara en el Bronx.
Después de prepararle el cóctel volví a salir de la barra con el vaso pero no se lo dí. Me apetecía jugar un poco y algo me decía que a él no le iba a parecer mal.

- No te costará dinero pero... sí tendrás que darme algo por el trago - dije, sonriendo de lado.

Esperé a que saliera desde la barras con mi copa,la verdad es que me estaba apeteciendo darle un trago ya,la otra me había dejado con las ganas y esto empezaba a preocuparme,aver si iba a resultar que realmente era adictivo.
Comence a alargar la mano para alcanzar la copa una vez salio fuera pero entonces me di cuenta de que no me la iba a dar tan facilmente. Ella sonreía y yo no pude evitar sonreir tambien socarronamente.
-Ya me parecía extraño escuchar la palabra copa y la palabra gratis en la misma frase en un lugar como este sin pedirme nada a cambio. ¿Que tengo que hacer?
Dije sonriendo un poco

No solía jugar con muchos clientes, la mayoría de la gente que entraba en el Isquios no daban tanta confianza como para tontear demasiado, aunque fueran conocidos. Sin embargo, de vez en cuando había alguien interesante con el que merecía la pena arriesgarse. No solía fallar, alguna vez me equivoqué de tipo pero sé cuándo parar o cómo defenderme si veo que va a haber problemas. Ya lo había decidido, me fiaría de Adam y en cuanto a cuándo parar... que lo decidiera él.

- Convénceme de cuánto quieres la copa...

Volví a sentarme esperando a que él diera el siguiente paso, ¿cómo de original sería?

Estaba acostumbrado a esto,no era la primera vez,pero si que me habia pillado un poco desprevenido lo de su tonteo,normalmente nadie que estuviera trabajando se me insinuaba,no de esa manera. De cualquier modo decidi seguir su juego para ver donde podia acabar esto. Esta noche no me importaba demasiado jugar,además...asi me desoxidaba un poco.

-¿Y que pasa si no quiero tanto la copa?

Dije con una media sonrisa acercando un poco mi taburete.

O no tenía ni idea de cómo acertar para conseguir la copa o sabía jugar demasiado bien... Miré el reloj y ya casi era la hora de cerrar el bar, el dueño no iba a pasarse por aquí así que no pasaría nada por probar algo de alcohol, el turno había acabado prácticamente.

- Quieres la copa, Adam, sé que te gusta...

Me llevé la copa a la boca y mojé los labios, con una sonrisa me acerqué bastante a Adam, lo suficiente como para que él pudiera saborear el dulce olor que me había quedado.

- Y a mí también...

Sonreí levemente al ver el gesto que se había dibujado en su cara. Para nada se esperaba una respuesta asi,habria imaginado cualquier cosa,cualquier estupidez con tal de conseguir la coma antes que una respuesta como la mia. Pero cuando jugaba me gustaba llevar el control y eso era lo que pensaba hacer.
-¿Sí?Vaya...me empiezas a conocer bastante bien- Bromee dibujando una sonrisa pícara. Si yo sabía jugar tenía que admitir que ella también porque lo de la copa habia sido...una provocacion. Acerque mi rostro ligeramente al suyo sintiendo el olor de la bebida a escasos centimetros.-Tal vez deba probarla de nuevo

Sentí que él se acercaba algo más a mí, le interesaba y a mí también. No sabía nada de aquel chico, ni siquiera estaba segura de que su nombre real fuera Adam, lo único que podría confirmar es que no le gustaba el whisky. Pero no me importaba, me atraía el hecho de que no tenía nada que ver conmigo, con este mundo en el que me movía, eso era lo más atractivo de él en este momento.

Estábamos prácticamente rozándonos los labios, no tenía ninguna intención de darle la copa así que la dejé en la barra y la alejé con la mano, separándome lo más mínimo de Adam.

- Prueba...

Normalmente no era tan directo,realmente solia mantenerme bastante apartado de estos temas,ya tenía que aguantar bastante amor y pasión en mi vida como para tener que cultivarlo a diario pero...esta noche tenía ganas de divertirme un pco,eso seviría para deshacerme de la frustración que había originado en mi tener que venir hasta el Bronx. Asi que si ella tambien estaba dispuesta a jugar como me estaba mostrando...bienvenido sea.
Deposito la copa sobre la mesa y se aseguro de alejarla de mi alcance apra que así no pudiera cojer la copa y echarme hacia atrás en el juego. De cualquier manera no lo iba a hacer. Me quede mirando a sus ojos azules sin apartar la mirada de ella,mi cabeza apenas se había movido. Acabe acortando la distancia que nos separaba hasta atrapar sus labios con suavidad,saboreandolos,aún estaban humedos por el contacto con el licor. No profundice demasiado un beso aunque...puede que si que lo alargase un poco.
-Delicioso.

No apartaba la mirada, estaba quieto, como analizando la situación y pensando qué paso dar. Por un momento pensé que iba a fastidiarme la diversión, que me dejaría con las ganas y él se quedaría con ellas; no sé, es lo que muchos hacen, pretenden demostrar que están por encima de ti, que manejan la situación, que ellos deciden qué se hace y qué no. Por suerte, o Adam no era así o le apetecía jugar de verdad. Clavó sus ojos en los míos y un segundo después sentí sus labios atraparme. Un beso suave que me dejó perdida durante los segundos que duró. Se separó para dar su veredicto y no pude hacer otra cosa que coincidir con él.

- Y adictivo - le susurré al oído justo antes de alejarme para ir a hablar con los cuatro clientes que había en el bar y avisarles de que tenían que irse - una pena que el bar vaya a cerrar, no puedo servirte otra... -seguí pícara.

Por si acaso él pensaba terminar con el juego después del beso preferí adelantarme con aquel comentario. Ahora estaba en sus manos decidir si quería más o no; y no, no me refería a más cóctel.