En la cama [Eros]

No pude evitar quedarme quiero durante unos segundos. ¿Habia dicho que tenía jacuzzi en su casa?. Esta chica era una caja de sorpresas,trabajaba en un bar del Bronx,en la zona más alejada y peor para trabajar y tenía una casa con jacuzzi?. Sí...sin duda con ella no podía aburrirme porque a cada segundo descubría algo nuevo. Poco a poco mis labios fueron deslizandose sobre su pecho dispuesto a darle el mayor placer posible.

-¿Vives en una casa con jacuzzi?. Vaya...no me lo esperaba

Se sorprendió cuando le dije que vivía en una casa con jacuzzi y lo cierto es que me lo esperaba. Sólo nos habíamos visto tres veces pero dos de ellas habían sido en mi trabajo, en el Bronx, alguien que puede permitirse un jacuzzi no trabajaría atendiendo mesas en un antro de este barrio.

- Te sorprenderías de tantas cosas... - conseguí responder con la voz entrecortada por los suspiros de placer que su juego me provocaba.

Sonreí con picardía mientras escuchaba su respuesta. Aún había muchas incognitas en torno a ella; ella ya sabía quien era yo pero yo todavía no sabía nada de ella,ni de quién era hija,ni nada de su vida,solo que trabajaba en el Bronx,que estaba enamorada de Tennant y que...tenía un jacuzzi.

-Ah si?De qué otras cosas me sorprendería

Dije con una media sonrisa acercando mis labios a sus pechos para ganarme así su respuesta

- Si te lo cuento todo ahora desaparece el misterio, Adam... - dije con una sonrisa pícara - No querrás que eso pase...

Pero sí lo quería, ahora era él el que jugaba para sacarme información y me gustaba demasiado su juego como para provocar que parara. Tenía que hablar, tenía que contarle algo o estaba segura de que seguiría mis pasos e interrumpiría el momento. No iba a dejar que eso ocurriera, me lo estaba haciendo pasar muy bien.

- Te concedo una pregunta...

-Pero...yo soy muy curioso y no me gustan mucho las sorpresas al menos cuando no soy yo el que las da o no sabe por donde pueden ir. Asi que pienso sonsacartelo todo sea como sea.

Comente con cierta picardía mientras mis labios continuaban con el juego que habian comenzado sobre sus senos. Sin emabrgo aunque no me molestaba darle placer también me habria gustado que ella tambien estuviera algo mas juguetona pero supongo que habia perdido esa oportunidad. Detuve un momento mis labios pensativo para preguntar.

-¿Quién es tu padre?O bueno tu madre,¿qué dios es?

Sabía que iba a hacerme esa pregunta. Había aguantado demasiado tiempo para hacerlo; yo no habría aguantado tanto, si en vez de decirme que era Eros me hubiera contado que era un semidiós después de mi sorpresa habría venido un "¿Hijo de quién?".

- ¿No se te ha ocurrido quién puede ser...? - pregunté a la vez que me incorporaba, poniéndome encima de él.

Ya era hora de corresponderle con las caricias y los besos, se estaba portando muy bien. Una vez quedé yo encima comencé a besarle el cuello, subiendo hacia arriba; aprovechando que mi boca quedaba cerca de su oído susurré:

- Chéri... Te estás tirando a la hija de Dionisio.

Me había quedado observándola detenidamente una vez me había hecho la pregunta pensando quien podría haberla concebido. Estaba claro que ninguno de mis padres,sino si que me habría percatado de que había una conexión más..."biológica" entre nosotros. Por descarte tampoco podría ser hija de Hefesto,era guapa como para haber nacido de tal cardo. Asi que me puse a pensar en otros dioses con los que tuviera un mayor parecido psicológico o mental;pero no me dio tiempo a pensarlo demasiado porque no tardo en decirme de quien era hija.
La verdad es que no me lo esperaba,pero bien pensado tenía sentido,su personalidad era...bastante parecida a la del peaminoso dios. Hacia mucho tiempo que no veía a Dionisio,ya no se le veía demasiado anteriormente debido a su gusto por las fiestas y sus derivados;ahora que estaba en el bando de los sublevados,todavia menos

-Dionisio?Eso explica muchas cosas...

Dije con una media sonrisa pícara antes de empezar a sentir sus labios sobre mi cuello y como era ahora ella la que tomaba el control de nuevo.

- Oh, ¿tú crees..? - pregunté, siguiendo con los besos del cuello hasta debajo del ombligo.

En realidad mi parentesco con el dios del vino no explicaba demasiadas cosas. Vale que yo era lo que en otros tiempos se decía "una mujer de vida alegre" pero no en el mismo sentido que Dionisio; yo sí sabía lo que era la responsabilidad, no me gustaba derrochar como hacía él y me cuidaba mucho de con quién me relacionaba (había que hacerlo trabajando en el Bronx). Muchas veces había pensado en esto y la conclusión (mía y de mi madre) era que sí, las ideas liberales las había sacado de él pero, por suerte para todos, era más comedida en ciertos aspectos... Aunque el sexo no era uno de ellos.

-Sí,al menos...en algunas cosas.

Dije con una media sonrisa,y sabía muy biend e que hablaba;osea nunca me había acostado con Dionisio ni tampoco tenía la intención pero si que había escuchado muchas cosas y había tenido que ver y en ocasiones escuchar los ruidos,fiestas y...otras cosas que se montaban en sus dominios y que dejaban poco a la imaginación;al menos hasta que todo eso se acabo y se marchó con Hades. Lo que me hacía preguntarme como se lo montaria en el Inframundo porque si en el olimpo ya era apoteósico eso tendría que ser como mínimo...legendario. En todo esos sus labios acabaron llegando a miombligo haciendome estremecer y afirmas más fervientemente que sí,que a lo que en el sexo se refería habia heredado el mismo gusto que su padre.

Volvíamos a estar tendidos en la cama intentando que nuestra respiración volviera a su ritmo normal. Dos veces en una noche... impresionante; sobre todo si teníamos en cuenta que cuando le vi entrar en el bar le odiaba a muerte, curioso cómo pueden cambiar las cosas en un segundo.

Ambos habíamos quedado agotados de toda la noche de juegos y confidencias. Sin hablar acordamos en dormir ya, juntos. Yo me acomodé de lado, mirándole a él y cerré los ojos; no sé exactamente qué hizo él, pero seguro que, igual que yo, se durmió enseguida.