War of Gods
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De dioses y mortales. [Ares]

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De dioses y mortales. [Ares] Empty De dioses y mortales. [Ares]

Mensaje  Eris Jue Nov 18, 2010 7:56 pm

*Allí estaba, con la forma que normalmente no mostraba ante los humanos. Mi pelo negro ligeramente caído sobre los hombros, mi vestido oscuro cayendo de cualquier manera por mis piernas dobladas sobre el taburete. Mi mano, agarrando sin ganas un vaso de....ni siquiera me acordaba. Cinco metros entre todos los del bar y mi persona. Algunos hombres me miraban mal, preguntándose por qué me tenían un miedo instintivo. A lo mejor simplemente estaban demasiado borrachos. Lo curioso es que sus miradas no me ofendían; su prepotencia no me importaba. Se podría decir que estaba deprimida.
Llevaba tanto tiempo metiéndome en los asuntos de los mortales que incoscientemente había estado evitando cualquier contacto con los dioses. Tenía algún encuentro espontáneo e inevitable, con unos más que con otros, pero cada vez con menos frecuencia. No fue hasta esa misma tarde cuando caí en la cuenta de que me había establecido en Nueva York con la esperanza de hallar allí a una mayoría. ¿Es que acaso echaba de menos a esa panda de prepotentes presumidos? Yo, la Diosa de la Discordia, odiada por todos ellos, no podía experimentar esa clase de....sentimientos. Los dioses también sentimos, pero de otra manera, a mi parecer, y yo de modo diferente a todos. Jamás esperé sentir.... nostalgia, por unos seres que me causaban así mismo tanta aversión. Obviamente, unos cuantos dioses se salían de esa clasificación, pero eran una minoría.
En un mundo de dioses y hombres, yo era incapaz de convivir entre los primeros - ni ganas que tenía- y me aburría terriblemente entre los segundos. No se trataba tanto de añorar a los dioses, como el juego que me proporcionaba utilizar con ellos mis habilidades. Eran más interesantes que los humanos, en el sentido de que la decisión de un dios puede afectar a toda la humanidad. Pero la mayoría de los dioses me conocía ya demasiado bien, y también se hacía aburrido tratar con ellos. Además, tanto tiempo de vivir entre humanos implicaba esconderse, fingir demasiado, y no podía crear el caos en esa ciudad si quería vivir en ella y pasar desapercibida. Los humanos se habían vuelto demasiado civilizados, y, aunque seguían siendo violentos, e incluso esa violencia había aumentado, era difícil lograr una crisis colectiva, más allá de un sólo individuo. No era sólo cuestión de diversión: yo sabía que el trabajo de Eros era crear el amor a la vez que el mío era destruírlo. El mundo necesitaba la Discordia, pero desde que los dioses se escondían, mi trabajo se había vuelto más complicado. Más incluso que para el resto, cuyos cometidos se podían realizar desde la sombra. Lo más que podía hacer yo era perseguir a los poíticos, pero eso era tan aburrido como hacerme pasar por humana. Había mentiras tan complicadas entre ellos que se me hacía imposibel extender una guerra concentrada a nivel mundial.
Necesitaba superar lo de la Guerra de Troya, y aunque había puesto mi granito de arena en ambas guerras mundiales y en alguna que otra guerra civil, eso se metía demasiado en el campo de Ares. Ares... No pude evitar sonreír al pensar en él. De alguna manera, éramos complementarios: mi poder desembocaba en el suyo, y el suyo era la meta del mío. Si conseguía algo parecido a una tecera Guerra Mundial, me sentiría mucho más satisfecha, pero lo que realmente me producía satisfación era meterme en la cabeza de los humanos. Era divertido para mí comprender su compleja fusión de sentimientos, tan volubles, tan manipulables....Lo que realmente neceistaba era una guerra entre los dioses. Sabía que así, influiría también entre los humanos, y podría limitarme a permanecer sentada admirando mi obra, expresamente dedicada al estudio de las personas, sin la intervención de dioses estúpidos que les arreglaran la vida cuando yo pretendía destruírla.
En realidad, basicamente lo que me pasaba es que necesitaba entretenerme con algo, algún hobbie que no implicara destruir vidas ajenas, sino arreglar la propia. Sin embargo, yo no sabía hacerlo de otra manera...
En esto pensaba, cuando giré la cabeza para ver entrar a Ares, como si acudiera en respuesta a mis pensamientos. Le hice una seña, preguntándome de que humor estaría hoy ese peculiar hermano mío, con quien mantenía una relación complicada de esporádico pero a la vez permanente romance. Yo tenía una forma de pensar demasiado extraña como para llamarlo amor, pero era mi dios favorito y mataría con mis propias manos al que le hiciera algo. Claro que, nadie era capa< de hacerle nada al Dios de la Guerra.*

[Perdón por el tochazo xD]
Eris
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Sagitario Gallo
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