Flechas del sábado noche.

Se dejaba oir Time of my life desde dentro; yo aún esperaba en la puerta.
Miré la hora, ¿dónde se había metido? No entraría hasta que apareciera, no es que conociera a demasiada gente en esa fiesta; y un salón lleno de estudiantes con copas y vestidos bonitos era lo ideal para que mi torpeza organizara uno de sus desastres. Y hablando de vestidos, sonreí al imaginar el comentario que Eros haría cuando viera mi étnico vestido amarillo.
Asomé la cabeza hacia el interior del salón, no se divisaba mucho, tan sólo una multitud bailando entre luces brillante y humo. No reconocí ninguna cara, pero sabía que estaba allí, lo había visto entrar desde lejos, cuando aún llegaba. Entraba con alguien, una profesora, según me pareció. De todas formas esa acompañante duraría lo mismo que una bebida.
Varias parejitas entraron de la mano entre risas. Ni rastro de ese pequeño personajillo alado. Volví a mirar el reloj, supuse que se había quedado dormido, llevaba una semana agotadora o .. aún elegía la ropa, después de todo nadie le quitaba la elegancia, para eso era hijo de Afrodita, o simplemente se había arrepentido de acompañarme y decidía arriesgarse a escucharme todo el fin de semana o ... allí estaba. Corriendo hacia mí con cara de disculpa. Sonreí.

- Voy a matarte, cariño.. ¡pensé que no venías!

Algunos estudiantes habías salido de la fiesta a despejarse y me miraban. Volveríamos a entrar juntos a otra fiesta universitaria, supuse lo que pensarían de nuestra "amistad". Alguna vez había oído algún rumoreo de nuestro supuesto amoría ante los ojos de la clase. Después de todo, él era el encantador al que no le faltaban pretendientas y yo su... ¿pobre novia engañada?
Era difertida nuestra vida ficticia.

Me había entretenido bastante en casa pero bueno...tampoco era culpa mía,más bien era culpa de mama. Yo sabía arreglarme perfectamente pero en cuanto se entero de que tenía una fiesta...Dios la que se monto!Yo creo que medio Olimpo me odiaba y el otro medio estaba deseoso de ver los modelitos que mi madre me había hecho y eso que para un hombre el traje no tená muhas varidades pero bueno...preferia que me tuviese probandome ropa toda una tard a escuchar a mipadre sus fanfarroneos y consejos sexuales. Era el dios del amor,de la sexualidad...no necesitaba charlitas de esas!
Ya salí tarde de casa pero esperaba que al menos ir tan...arreglado me sirviera de algo aquella noche,aunque algo me decía que me apsaría toda la noche al lado de Maggie viendo como suspiraba. Cuando llegue no me costo ubicarla,claro que...con ese vestido de ese color tan...llamativo y típico de ella era imposible no verla.
Yo llevaba un pantalón de taje,simple pero que me quedaba a la medida y bueno...resaltaba mis encantos traseros. Una camiseta de un color violaceo y suave me acompañaba,dejando un boton suelto y las mangas dobladas ligeramente para darme un aire juvenil. No tenía chaqueta pero si tenía un elaborado peinado,la verdad es que mi madre me había dejado hecho un pincel,pero para lo que iba a hacer...no necesitaba tanto.

-Enserio...no hace falta que te tomes tan al pie de la letra lo de la seguridad vial,acabaras deslumbrando a alguien con ese vestido-Dije riendo una vez llegue a ella.Le di un beso en la mejilla.-Siento la tardanza pero...ya sabes,mi madre...

A nuestro lado había un grupito de clase mirandonos,ya sabía lo que estaban pensando,que Maggie era mi novia pero que yo se la daba con todo el mundo. Les dedique una sonrisa y después me gire hacia ella conteniendo la risa.

-Entremos

- Vaya, mamá ha hecho un buen trabajo contigo - Le guiñé el ojo y entramos en la fiesta.

Más o menos, lo mismo que las anteriores. Una multitud de gente, parecían incluso más que los que se veían por los pasillos de la universidad, incluso profesores relacionándose libremente con los alumnos; todos ellos elegantes y sin separarse de su bien servida copa de ponche. La música había cambiado, esta vez el encargado de elegirla se había decantado por algo más lento, para que las parejitas tuvieran su momento. De dos en dos, y bailando en suaves movimientos resultaba mucho más fácil caminar entre ellos.
Nos acercamos a la mesa central, entonces sí pude verlo, a Apolo, hablando (o tonteando, mejor) con una de las profesoras. Estaba más elegante que de constumbre, su look de la semana era mucho más casual, ahora llevaba trabje, sin corbata, y la camisa por fuera del pantalón. Estaba claro que bailar Time after time abrazado a una mujer (u hombre) no entraba dentro de sus planes esa noche, ni niguna otra.
Le di un toquecito en el brazo a Eros para que lo localizara también, pero estaba a lo suyo. Algunas chicas le revoloteaban sutilmente, y él las correspondía con la mirada.

- Vaya, los convencidos de nuestra relación van a estar muy decepcionados esta noche, cariño - Bromeé con tono dramático de "novia ofendida"- Puedes ir a bailar, tengo el objetivo localizado. - Le guiñé el ojo.

-Ha sido mama pero...¿Dudas que yo pudiese tener el mismo resultado por mi mismo?

Dije con cierta chulería riendo un poco antes de entrar a su lado. El local estaba lleno,debia de estar alli toda la Universidad,incluso habia personas que no habia visto en toda mi vida. Le eche una ojeada al ambiente relajado,profesores charlaban tranquila y distraidamente con los alumnos,en un ambiente totalmente distinto al de clase. Incluso algunos profesores tonteaban entre ellos,entre los que cabia destacar nuestro querido Apolo quien parecía bastante metido en una conversación con dos de las profesoras sexualmente más atractivas de toda la facultad. Si las chicas suspiraban por él....los chicos suspiraban por ellas. aunque algo me decía que él no acabaría la noche con ellas,al menos no solo con ellas dos,le gustaba tontear pero...elegantemente. Rapidamente aparte mi mirada al percibir varios ojos fijos en mi.Eran algunas de las chicas de clase,parecía que mama si que había elegido bien la ropa,porque las pille mirando hacia algunas zonas bastante...indiscretas. Les giñe un ojo y justo después de sus risitas atontadas escuche la voz de Maggie llamandome,ella si que estaba embobada mirandolo.

-Lo siento,solo estaba...tonteando un poco para no oxidarme ya sabes...Para una vez que puedo destacar un poco.-Rei y despues la escuche-Pero...tampoco quiero dejarte aqui solo. Bailaría solo uno-Dije mirando a las chicas

Miré a las chicas que le revoloteaban. Realmente no eran lo más discreto de la fiesta, ni en carácter ni en... curvas.
Alguna me miraba recelosa, sería mejor soltarlo o las fieras se me lanzarían al cuello.

- Vamos, ve.. yo estaré bien, tal vez me acerque a hablar con él. - Sonreí amablemente - Invita alguna a bailar antes de que vengan ellas, tienes que ser un caballero.

No podía tenerlo toda la noche a mi lado como si fuera mi escudero, tarde o temprano tenía que hacerlo, ir y decirle algo... algo más. Vamos, Maggie, no seas cobarde me dije a mi misma tontea con todo el mundo, no tienes por qué ser menos, después de todo no es para tanto... bueno sí, es un dios, pero ¿qué? tú también lo eres... un poco.

- Deséame suerte, cariño.

Sabía que aún dudaba sobre el baile con sus pretendientas, así que le di un suave toquecito en la nariz y reí.

Dude todavía un poco en irme a bailar o no,quién sabe puede que ella acabase haciendo una locura pero...si realmente queria acercarse a hablar con él o algo no quería incordiarla. Frunci un poco el gesto pero al final acabe cediendo puesto que ella casime estaba lanzando a la pista.

-Esta bien pero...ten cuidado vale?.

Sonreí y le di un beso en la mejilla,después comence a caminar. Eche una rapida mirada atras para ver lo que hacia pero al ir andando no tarde en perderla de vista. Suspire y me acerque a las chicas dibujando una pícara sonrisa en mi rostro. Rápidamente no tarde en empezar a tontear con ellas de forma algo descarada,alguna broma y...casi las tenía comiendo en la palma de mi mano. Ante las miradas celosas de las demas invite a la primera que se me paso por la cabeza a bailar,ya si eso mas tarde y si a Maggie le iba bien haria lo mismo con las otras.
Después de un baile que pense que no se acabaría nunca decidi apartarme del grupito excusandome. Jamás me había sentido tan violado,y no solo con la mirada. Me arrepentia de haberlas sacado a bailar porque fuera a posta o no sentía que se habían pasado manoseando.
Esquive a la gente por el camino hasta que vislumbre a Maggie,mas bien a su vestido,en la lejanía. Me acerque

Sí, estaba decidido y lo había hecho, ser valiente, ser lanzada, y todo fue un desastre.
Conseguiste lo que querías, Maggie, ¿verdad?-me pregunté con amargura mientras caminaba hacia el exterior del salón- tus cinco minutos de gloria.
Me había acercado y sí, él correspondía tan encantadoramente como lo imaginaba. Con la misma sonrisa que todas, tonteó conmigo, me preguntó por las clases, por mi vida, por un baile... y estaba maravillada, sin saber casi responder como.. si no fuera porque lo conocía perfectamente, y podía ser tan desastroso como la tierra; en el cielo.
No podía quejarme del momento, tal y como me lo esperaba. Ni siquiera podía quejarme de que acabara como Eros había previsto, porque siempre, siempre tenía razón. ¿Por qué pretendía que fuera diferente esta vez? siempre acababa viéndolo filtrear descaradamente con alguna o alguno, y eso no iba a cambiar, aunque cinco segundos antes... lo hubiera estado haciendo conmigo.
Sí, ahí estaba Maggie, decepcionada y dolida como en una comedia romántica, aunque desde hace tiempo, ya se sabía perfectamente la película.
No era para mí, nunca lo sería y había hecho el ridículo.
Un vez fuera respiré profundamente, segundos después vi a Eros acercándose.

-Esto es un desastre, cariño.. un desastre. Sé que siempre me lo avisas, que no es una buena idea, y yo insisto pero.. prometo que no volveré a forzarte porque.. soy inútil. - Supiré- He sido valiente, he hablado bien, sin balbuceos, sin suspiritos.. y hemos tonteado.. ¡hemos bailado! ¿No es genial? lo es, es genial... aunque ahora esté haciendo lo mismo con otro y yo me sienta.. muy estúpida. - Me encogí de hombros y le sonreí. -

Vale,estaba claro que no le habia ido bien y eso ya lo sabia antes de llegar. Si todo le hubiera ido bien pues...ahora no estaria aqui,apartada y sola,estaria bailando con él o a saber que. De todas formas...me habria sorprendido mas lo otro sobre todo porque nos encontrabamos en una fiesta llena de alumnos y profesores y estaba claro que el no haria nada con ningun alumno en publico,tontear si pero...nada mas. Me prepare para consolarla porque aunque suponia que ella ya se habria preparado mentalmente estaria mal. Una cosa era pensarlo y otra sufrirlo. Le sonrei al acercarme.

-Bueno...¿podría haber sido peor no? Si ha tonteado contigo y ha bailado al menos significa que no le eres indiferente-Dije abrazandola para intentar animandola.-Si te sirve de consuelo lo mio no ha ido mucho mejor,¡me han violado Maggie!Me han manoseado como nunca! y eso que tenia ropa-Dije con tono melodramatico antes de reir tratando de animarla un poco.

Me gire levemente para ver a Apolo,ahora mismo estaba bailando con un tío,tenía que tratarse de un profesor porque no tenía pintas de alumno,pero a mi al menos ese no me habia dado clase nunca. Resople porque sabía que me iba a arrepentir de lo que iba a hacer pero siempre habia marcha atras al menos. No era la primera vez que lo hacia y si no encajaban,si realmente era una locura no congueniarían y podria dar marcha atrás,por eso solo lo pincharia a él. Me gire un poco,aqui no podia utilizar un arco tangible asi que lo ahria con mis propios poderes.
Mire a Apolo y tras apuntar estire una mano,una flecha de energía,brillante y de un tono rosaceo aparecio flotando en el aire siguiendo los movimientos de mi mano. A la vez una especie de arco,al menos la parte delantera y tambien en forma de energia luminosa aparecio para aputar,una vez apunte bien desaparecio y tras un movimiento de mano la flecha salio volando hundiendose literalmente en el corazon de Apolo. La energia comenzo a introducirse y fluir por su interior,por suerte me preocupe de que nadie lo viera. Lo sentía por su acompañante masculino pero...esto era por Maggie. Al menos he acertado y he apuntado bien...podria haberle dado a otro y la habria liado...

Siempre tan encantador. Le correspondí con un fuerte abrazo y me forcé a olvidarlo todo, al menos por esa noche. No iba a reducir la fiesta en lo que me había pasado, y menos cuando lo había arrastrado a ella de esa forma.

- No me extraña, cariño.. eso te pasa por un amor. Aunque para pensar que tenemos una relación, que abusen tanto de ti deja claro cuánto me respetan por aquí - Reí

Noté cómo clavaba la mirada en Apolo, que bailaba con uno de los profesores. Me giré hacia él y ... supuse lo que estaba haciendo. Algo increíble. No, no podía ser, era imposible que Eros utilizara su poder cuando no correspondía, y menso por un capricho que no figuraba en el destino de él.

- ¿Qué... qué estás haciendo? ¡Eros!..¿Qué haces, cariño... ? - Lo miré descolocada.

-Ya bueno,ya sabes lo que hay por aqui,si no me han respetado a mi,imaginate lo que seria respetar a la novia de ese trozo de carne-Rei un poco-De todas formas no pienso sentirme como un objeto toda la noche,al menos no sin mi consentimiento

Dije riendo un poco mas antes de que definitivamente se percatase de lo que estaba haciendo,por suerte no me distrajo a la hora de lanzar la flecha porque sino si que la habriamos armado bueno y no queria ver como mi madre se abalanzaba sobre mi. Me gire hacia ella con una media sonrisa.

-¿Hacer el qué?-Contente con picardía haciendome el tonto.-Mira...Apolo lleva mucho tiempo sin sentir lo que es el verdadero amor asi que...simplemente le he dado un empujoncito para encontrarlo. Ademas...soy el dios del amor!Tengo derechoa jugar

Rei un poco guiñandole un ojo. Esperaba no tener que arrepentirme de lo que había hecho. En parte incluso entendia porque Aplo no intentaba nada serio con nadie,despues de lo de Dafne...Asi que esta vez lo habia pinchado para redimirme por aquella pequeña venganza...¿no?

-Y no te quejes porque por tu culpa ya no podre volver a entrar en contacto con sus maravillosos "conocimientos". Aprovecha la oportunidad

Simplemente no podía creerlo. Se había saltado las reglas, las "normas éticas" de sus flechazos. Verdaderamente le había dado.. a Apolo. Aún no era consciente de que todo había cambiado. Conocía sus poderes, eran inmediatos, eran.. definitivos. La solución para la vida de cualquiera.. pero nunca le hubiera obligado, ni siquiera pedido o suplicado que hiciera algo así. Miré a Apolo, se le veía desconcertado.. tenía la mano sobre el pecho, desconociendo lo que le pasaba por instantes.
Lo abracé con fuerza.

- No sé qué decir, Eros tú.. gracias... esto.. ¿no te traerá problemas?

Realmente me preocupaba lo que pudiese pasar. Apolo se enamoraría, y yo... bueno, a mi no me hacía falta ningún pinchazo. Pero Eros.. él tenia unas normas. Si su madre se enteraba, o su padre o ... alguien.

Con ver la ilusión que había en sus ojos ya me bastaba. Había hecho bien. Antes solia jugar mucho más con esto pero a aprtir de un momento decidi que debía controlarme un poco y solo hacer estas cosas cuando quisiera vengarme de alguien,después de todo yo podia decidir a quien enamorar pero siempre solia seguir ciertos procesos selectivos.

-¿Problemas?No. En realidad yo antes jugaba muchoa esto de enamorar y desenamorar a la gente,peor me elabore una conducta etica,por una vez que la rompa no pasa nada y de cualqueir forma creo que no lo he hecho mal,Apolo necesitaba amor y tu estas loca por él,punto. Además...ninguno de los demas dioses pueden romper mis flechazos,mejor dicho...ninguno se atrevería a romperlos. Saben que soy bastante vengativo respecto al intento de ruptura de las parejas que formo y...nadie quiere probar mis flechas.

Sabia que como mucho podrían reñirme por haber usado una de mis flechas con un dios,sobre todo enamorandolo de la hija de una diosa,como mucho un mosqueo por parte de Demeter o algo asi,pero nadie se atreveria a hacer nada. Ni siquiera mis padres,sabian que en cualquier momento podria pincharlos a ambos o algo peor,y ninguno de los dos querían arriesgarse a eso. Me había guardado las espaldas.

-Anda...ve y diviertete,ya me contaras. Lo de la cena lo dejamos para otro dia y listo

- Eres.. simplemente un encanto, cariño..¡te adoro! - Y volví a abrazarlo.

Después de tanto tiempo me parecía imposible que todo fuera tan fácil como acercarme a él y que estuviera enamorado de mi. Así, de un momento a otro. Él mismo debía de sentirse demasiado extraño, pasar de ser el liberal, el pendón de la fiesta a sentir algo por alguien, por una alumna que había ignorado la mayor parte del tiempo.
Porque si no fuera por el flechazo a traición de Eros, lo más seguro que es nunca hubiera podido llamar su atención.
Sí, todo era extraño y confuso. Todo era mágico. Lo miré, se había alejado del profesor, ahora estaba apoyado en la mesa central con una expresión confusa. Tenía que acercarme, y ahora todo era diferente, ahora sería correspondida.

- Creo que mi deuda ha subido a mucho más que una cena - Le di un beso.

Y ahí estaba Maggie otra vez, como si la comedia romántica fuera real, y acababa de dar un giro inesperado. Ahora me acercaba a él dispuesta a llevármelo, a acabar juntos esa noche... y todas las siguientes.

Esta noche iba a ser...memorable y en realidad no me equivocaba tanto solo que no sería memorable en el sentido en el que yo esperaba. Había decidido disfrutar al máximo esa noche,en...todos los sentidos,y de momento no iba nada mal. Había tonteado con la mayor parte de los presentes,me gustaba sentirme deseado y me gustaba comprobar que mi galanteria y mis encantos personales nunca me fallaban. sin embargo...no todo iba a salir como yo esperaba,a partir de esta noche...todo iba a cambiar,quisiera o no.
Todo sucedio muy rápido mientras estaba bailando con uno de mis compañeros de departamente con el que había tonteado hacia apenas unos minutos,pero entonces...sentí una punzada,una punzada cargada de energía...¿positiva? en el corazon. Durante unos segundos perdí el sentido de la orientación,no sabía muy bien que estaba haciendo,por qué había empezado a bailar con este tio,lo único que sabía era que ya no me apetecía hacerlo. Estaba confuso,algo desorientado pero...no me sentía mal,por el contrario me sentía como hacía ya mucho tiempo que no me sentía,y todo eso tenía que ver con mi...¿corazón?.
Me aparte un rato de la muchedumbre bajo la mirada incrédula del que había sido mi acompañante hasta hacia unos segundos. Me apoye en la mesa central pensativo,ignorando el bullicio y a un par de alumnas que se dirigían hacía mi. ¿Qué me estaba ocurriendo?El ritmo de los latidos de mi corazón había cambiado y...ya no tenia ganas de que esta noche se volviera tan...memorable.
Levante la mirada y entonces me parecío que el tiempo se detenia,la musica ya apenas solaba,solo de fondo acompasada por los latidos de mi corazón. Ella se estaba abriendo paso entre el resto de la gente que parecía estar casi inmovil en un segundo plano. en esos momentos...descubrílo que me ocurría y todo por culpa de la estupida sonrisa de felicidad que se dibujo en mi rostro.

Me gustó verlo sonreir mientras me abría paso entre la gente. Poco a poco me iba acercando a él, sentía los latidos taladrarme el pecho, golpearme en las sienes. Seguía apoyado sobre la mesa, cuando llegué hasta él me miró de una forma que hasta ahora no había visto en su rostro, con ternura.
Un vez sólo nos separaban algunos centímetros le cogí la mano, aún estaba paralizada, aún estaba paralizado. No tenía palabras para el momento, ni para él; así que simplemente le acaricié la mejilla y esperé que lo entendiera como un símbolo. Segundo después lo abracé y hundí la cabeza en su pecho. Noté cómo me rodeaban también sus brazos. Olía como me lo imaginaba, dulce, adictivo.
No quería apartarme, no quería volver a soltarlo nunca más. Y menos ahora que no podría librarse de la flecha que tenía en el corazón. Es posible que en el fondo, sintiera algo de compasión en la alegría. Al fin y al cabo él no había decidido nada, su vida liberal se le había sido arrebatada.. por mi obsesión amorosa.
Pero Eros no lo hubiera hecho si no pensara que era una buen idea. ¿verdad? todo el mundo necesita amor, y yo estaba más que dispuesta a dárselo.
Cuando nos liberamos del abrazo volvieron a cruzarse las miradas, segundos después yo ya le besaba.

Eso que palpitaba en mi corazón no era lujuria,no era deseo era algo distinto,algo que hacia mucho tiempo que no sentía,era amor. Lo que no entendía era porque...tan repentinamente,yo conocía a esa chica,le daba clase. Era guapa y pese a su timidez e inocencia siempre me habia parecido una chicaa inteligente y...bastante mona en todos los sentidos pero nunca habia llegado a sentir ese...flechazo,tal vez porque nunca me habia fijado directamente en ella en su persona,estaba mas ocupado...siendo demasiado liberal. Pero ahora era distinto,ahora sentía que quería que me perteneciera a mi unicamente y pertenecerle a ella y a nadie mas.
La mire avanzar hasta que llego a mi y entonces poco a poco comence a abrazarla. Ese abrazo era...distinto,era cálido,lleno de sentimiento y por un momento desee que no se acabase que nuestros cuerpos se fusionaran en uno solo pero definitivamente nos apartaron. No me importaba estar rodeado de gente,no me importaba que nos mirasen de forma extraña,no me importaban los demas porque ahora solo me importaba ella,solo latía por ella.
Pese a toda la confusión que sentía,tenía algo claro,estaba loca y perdidamente enamorado de ella asi que nuestros labios no tardaron en fusionarse. su beso era cálido,no parecia deseoso de algo más...pasional,de algo más lujurioso y eso me gustaba porque hacia mucho tiemp que no sentia el tacto de unos labios tan carnosos que buscaran eso.Lo disfrute simplemente.

Aquel beso era mucho más de lo que esperaba de la fiesta; estuvimos así apenas unos segundos, pero a mi me pareció que no nos habíamos separado en toda la noche.
Cuando volví a mirarlo parecía que tenía más color, quizá ya había pasado el susto del flechazo. Le rodeé la cintura con los brazos.

- Ya era hora, cariño..

Ni siquiera esperaba que me entendiera. Estaba claro que no tenía ni idea de mis sentimientos los últimos... años. Ni habría supuesto que no eran meras casualidades nuestros encuentros en el Olimpo. Todo eso daba igual ya. Ahora nos seguiríamos el uno al otro.
Miré alrededor, algunos estudiantes nos miraban con desconcierto, y los profesores con desconfianza. Seguía siendo mi profesor, y si ibamos a empezar una relación tendría que ser discreta, muy discreta, pero... ¿qué relevancia tenía eso?

Despues del beso fue recuperando la normalidad,como si l que acababa de ahcer no fuera raro como si llevase haciendolo durante años...durante siglos. Sonreí ligeramente deseando volver a sentir el roce de sus labios que desencadenaban en mi esa sensaci´n de éxtasis. Sentí sus dulces brazos rodear mi cintura pero poco a poco me fui dando cuenta de lo que acababa de pasar,del lugar en el que estabamos y todo lo que esto significaba. El sitio estaba rodeado de alumnos que nos observaban,algunas con envidia,otras decepcionadas y algunos con odio,por otra parte estaban ls profesores,a algunos no les importaba,o eso parecía pero otros miraban con reproche,y el hombre con el que había estado bailando y la mujer con la que había venido parecian estar a punto de acuchillarme con sus miradas y no entendía muy bien el por qué,no habia hecho nada malo,solo...¿amar?

-Creo que...deberiamos ser un poco más discretos,¿no crees?

Dije con una media sonrisa y con un tono dulce y meloso. Le acaricie la mejilla con la yema de mis dedos y nos aparte un poco del lugar para introducirnos entre la multitud,todo eso entre perfectos pasos de baile para no ser demasiado descarados

Nos habíamos escondido en la multitud, huyendo de las miradas de reproche que eran como flechazos - aunque no precisamente amorosos.
Sí, tenía reazón, teníamos que ser discretos, y la fiesta no era el sitio más sencillo para empezar a serlo.
Imaginé que en breves deberíamos fingir que no pasaba nada, volver cada uno con su acompañante (aunque Eros, según suponía, ya estaría lejos con alguna pretendienta), cada uno a su normal noche como si nada hubiese sucedido. No, no era eso lo que quería ahora, por muy necesario que fuera guardar las apariencias.
Pensé que tendríamos que escapar de toda esa gente, para empezar lo nuestro verdaderamente, fuera de todas las miradas. Mi casa, su casa.

- Podemos salir de aquí, ir a otro sitio.. - Le dije al oido, para que me escuchara entre la música y la gente.

Estaba claro que en menos de un minuto tendríams que separarnos. Yo tendría que volver con mi..grupitos de pretendientes y pretendientas fingiendo que no había ocurrido nada y continuar la noche con normalidad y ella...bueno ella tendría que volver con quien hubiese venido,porque...¿había venido con alguien,no?. En estos momentos y ahora que tenía claro lo que sentía no me apetecia nada eso,no queria volver a flirtear como un quinceañero con la primera persona que se me pasara por delante asi que puede que lo mejor fuera irnos de alli. Seria muy raro que yo abandonase una fiesta peor si lo ahcia con discrección nadie se daria cuenta de que me habia ido con ella y no tendría que dar explicaciones.
La mire y justo entonces se acerco a mi oido para susurrarme con suavidad,con esa voz tan dulce esas palabras tan sugerentes. Cerre los ojos al sentir el roce de sus labios sobre el lobulo de mi oreja.

-Sí...sera lo mejor. Vamos a...mi casa

No esperaba que me invitara a su casa en la primera noche, o más bien en los primero minutos de la relación; pero era un plan... perfecto.
Sonreí y asentí, le indiqué que esperara un momento. Había que ser discretos, así que salí yo primero. Fuera habían varios estudiantes tomando el aire, alguno sentado en la acera intentando superar los duros efectos del acohol, demasiado concentrados en su mareo como para percatarse de mi presencia, y mejor así. Esperé unos segundos y salió él, sonriendo a los que pasaban en su lado. Imaginé que la mitad de la fiesta se lamentaba de perder su oportunidad con él, al fin y al cabo la noche acababa de empezar.
Una vez volvimos a estar cerca, y lejos de las miradas que juzgaban, le cogí la mano.

- De acuerdo.. guíame. - Le dije entusiasmada y finalicé con un beso en la mejilla.