Visitando a mi padre

Hacía cinco minutos que el timbre de la puerta me taladraba los oídos. Suspiré y me giré sin abrir los ojos, pero fue imposible seguir durmiendo, así que decidí levantarme. Apolo ni se había inmutado, dormía plácidamente a mi lado. La habitación estaba a penas iluminada por la luz que se colaba entre las cortinas. Busqué con la mirada mi ropa, ni rastro de ella. Finalmente me puse su camisa de la noche anterior - que me cubría casi hasta las rodillas - y me dirigía a abrir la puerta.

Cuando abrí vi a una chica más o menos de mi edad, que me miraba extrañada. No era de extrañar, el pelo alborotado, la camisa mal puesta y una cara de recién levantada no era lo que esperaría encontrarse en el piso de Apolo, fuera quien fuera.

- Eh.. buenos días.. - Siguió mirándome asombrada unos segundos, así que decidí aclarar el tema. - Está durmiendo.. ¿puedo ayudarte en algo? ..

"Ash". No me sonaba el nombre. Parecía demasiado joven para tratarse de una.. antigua amante, y nunca la había visto por la universidad. Miré hacia la habitación, él seguía durmiendo; tal vez ella era importante.. tal vez no se trataba de otra.. noche pasional.

- Espera un momento.. quizá sea mejor que lo esperes dentro - Sonreí y me aparté para que pasara. - Le diré que estás aquí, no creo que duerma mucho más.

Miré de soslayo el reloj, no, no dormiría mucho más.
Me acomodé como pude el pelo, que tenía casi sobre la cara y abroché algunos botones más de la camisa.

Ya no iba a aguantar mucho más la curiosidad de saber quién era. Decidí que una presentación sería un buen comienzo.

- Perdona que no me haya presentado, son Maggie, Maggie Cusack. - Le sonreí y le tendí la mano. - Y también perdona por las.. pintas - Reí. - No te preocupes, aunque no lo despierte no creo que dure mucho tiempo más en la cama, siempre madruga.

Sabía el camino hasta el salón, así que probablemente no era ni la primera ni la segunda vez que había estado en la casa. ¿Amante recurrente? Demasiada confianza. Si era familiar tampoco me sonaba de haberla visto en el Olimpo y.. en el mundo real los dioses no hacían demasiadas relaciones familiares.

Me quedé paralizada unos segundos, ¿su hija? No sabía de la existencia de ninguna hija... aunque era bastante razonable cuando sólo lo conocía de unos años y él llevaba varios siglos por el mundo; es posible que tuviera cientos de hijos. Volví a recorrerla con la mirada, no tendría muchos más ni menos años que yo.

- Oh, vaya.. eso no me lo esperaba - Sonreí. - Pero me alegro de conocerte, Ashley - Comenté amablemente. - Te pareces a tu padre.

No oía nada proveniente de la habitación así que supuse que Apolo iba a dormir más de lo debido aquella mañana.

- ¿Quieres tomar algo..? parece que tu padre no quiere despertarse hoy

Aquella mañana me habia despertado bastante tarde para lo que era costumbre en mi,pero bueno por un dia tampoco iba a pasar nada. Me desperece en la cama cuando la luz ya habia inundado la habitacion por el ventanal hacia ya un rato. La cama estaba vacia,Maggie ya se habia levantado,dudaba que se hubiera ido sin haberme dicho nada.
Me levante de la cama poniendome algo de ropa y entonces escuche unas voces en el pasillo,¿habia alguien mas en la casa?. Antes de ir hacia la entrada pase por la cocina sirviendome un taza de cafe,le di un trago y despues camine a lo largo del pasillo hasta la entrada. Alli estaba Maggie y...¿Ashley?.
-Ashley,eres tu?-Pregunte impresionado.-¿Que haces aqui tan pronto?